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  2. Publicación No. 2
  3. Lenguas indígenas y desplazamiento lingüístico: el caso de la lengua ombeayiüts (huave) de Oaxaca

Lenguas indígenas y desplazamiento lingüístico: el caso de la lengua ombeayiüts (huave) de Oaxaca
Indigenous languages and linguistic displacement: The case of the Ombeayiüts (Huave) language of Oaxaca

Gervasio Montero Gutenberg
Escuela Normal Bilingüe e Intercultural de Oaxaca (ENBIO)
monteroikoots@gmail.com

Resumen: En un país multilingüe y pluricultural como México, existen diversos fenómenos o elementos que llevan a que las lenguas indígenas sean desplazadas por la lengua “hegemónica”: el español. Este trabajo busca mostrar la situación sociolingüística que existe en una de las lenguas originarias hablada en el territorio oaxaqueño, el ombeayiüts, más conocida como huave. El estudio muestra datos derivados de una investigación más amplia denominada “Enseñanza y variación dialectal de la lengua ombeayiüts”, desarrollada en las cuatro comunidades huaves: San Mateo, San Francisco, San Dionisio y Santa María del Mar. Se revisan las tendencias de desplazamiento lingüístico prevaleciente en cada una de las cuatro comunidades de estudio a través de las percepciones de los habitantes a propósito de: transmisión generacional, espacios y ámbitos de uso y el estatus de dominio de la lengua.
     Palabras clave: lengua ombeayiüts; desplazamiento lingüístico; vitalidad lingüística; ámbitos de uso; situación sociolingüística.

Abstract: In a multilingual and pluricultural country like Mexico, diverse phenomena or elements lead to the displacement of indigenous languages by the official language, Spanish. This work explores the linguistic situation surrounding one of the native languages spoken in Oaxaca, the Ombeayiüts language, better known as Huave. The study refers to data from a larger research project, “Teaching and Dialectal Variation of the Imbeayiüts Language,” carried out in the four communities where Huave is spoken: San Mateo, San Francisco, San Dionisio, and Santa María del Mar. It addresses trends of linguistic displacement that prevail in each of the four communities studied through the perceptions of the inhabitants in relation to generational transmission, spaces and spheres of use, and the importance of language proficiency.
     Keywords: Ombeayiüts language; linguistic displacement; linguistic vitality; spheres of use; sociolinguistic situation.

Fecha de recepción: 31 de marzo de 2019
Fecha de aceptación: 23 de enero de 2020

México es considerado como el país de América Latina con mayor diversidad cultural y lingüística en su territorio y, de acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) tiene la presencia de 68 lenguas y 364 variantes dialectales. No obstante, el escenario de cada una de dichas lenguas y agrupaciones lingüísticas expone diferentes situaciones de vitalidad: mantenimiento, proyección a nuevos ámbitos comunicativos o elementos de estatus.

En el mundo, la situación de las diversas lenguas no es distinta, por ejemplo, en 2011 se calculaba que la población había ascendido a los siete mil millones de seres humanos. De esta cifra, más de la mitad de la población total hablaba las 11 lenguas de mayor amplitud y alcance mundial como son: chino, inglés, hindi, español, árabe, portugués, ruso, bengalí, japonés, alemán y francés,[1]  mientras que las lenguas restantes son habladas por grupos denominados minoritarios, y son las que han presentado mayores retos de sobrevivencia. Bjeljac-Babic[2] estimaba que de la mitad a un 90 % de lenguas que se hablaban iban a desaparecer durante el transcurso del ciclo anterior; esta es una situación muy alarmante, máxime si hablamos de la realidad que viven hoy día las lenguas indígenas tanto en México como en toda América Latina.

Como retoma el Inali,[3] algunos científicos estiman que cada mes se extingue una lengua; otros opinan que tal hecho ocurre cada dos semanas. Dicha situación nos lleva a considerar que dentro de 100 años podrían quedar tan sólo 2 mil 500 lenguas vivas en la tierra. En México, las lenguas originarias pasan por diversos escenarios lingüísticos que lo han llevado a muchas de ellas a una situación de diglosia, derivada precisamente del desplazamiento y el desuso.

En la actualidad, más de 6 millones de mexicanos hablan sus lenguas, aportando así a la humanidad la fortaleza de la diversidad. Ello significa que hoy en México contamos con la decisión y la voluntad de los hablantes para continuar fortaleciendo los idiomas indígenas y aprender de sus más profundas maneras de pensar y de sus conocimientos sobre la naturaleza, la resolución de sus conflictos y de las normas de vida, aspectos que son necesarios para un mejor desarrollo de la Nación. Sin embargo, y a pesar de los grandes esfuerzos de los pueblos indígenas, sus lenguas originarias siguen desapareciendo.[4]

En 2005, la población indígena en México ascendía a más de 9.5 millones de personas, representando el 9.2 % de la población total del país. De dicha población, alrededor de 6 millones de personas de 5 años de edad o más (63 %), declaraba ser hablante de alguna lengua indígena De ellos, unos 720 mil hablaban únicamente lengua indígena, Inali.[5]

Ante este contexto lingüístico, Terborg[6] considera que la muerte por el desplazamiento de lenguas minoritarias ha aumentado en los últimos tiempos y hay estimaciones que prevén que el número de lenguas habladas en la actualidad será reducido a la mitad al terminar el siglo XXI. Mientras tanto, David Crystal nos dice que “puede tenerse una idea común acerca de la muerte de las lenguas, pero no se tiene idea de a qué ritmo sucede”;[7] sin embargo, la situación prevalece.

El mantenimiento o desplazamiento de una lengua depende de diversos procesos asociados a contextos socioculturales específicos. Fishman[8] señala que el conocimiento detallado de esas situaciones particulares es el primer paso para revertir el desplazamiento, además de sentar las bases de conocimiento para las generalizaciones sobre tal fenómeno. La situación de vitalidad o desplazamiento de una lengua es consecuencia de la decisión de uso o no uso de la misma por parte de los hablantes, así como de su transmisión, o, como afirma Holmes,[9] es la serie de factores que intervienen en la decisión de uso de una lengua u otra. En este mismo tenor, en una reunión organizada por la UNESCO[10] en París, los expertos sobre lenguas en peligro postulan unos niveles de análisis sobre la vitalidad de la lengua, que va desde la estabilidad a la extinción.[11]

Por su parte, Díaz-Couder, cuando se refiere a la vitalidad o desplazamiento de las lenguas originarias de México, postula tres tipos generales de comunidades lingüísticas: “de persistencia, de mantenimiento y de desplazamiento lingüístico”.[12] La primera se refiere a que toda la población habla con fluidez el idioma local, independientemente de su edad y sexo; en ese contexto, lo que varía entre los individuos es el grado de manejo del castellano. La segunda comunidad hace referencia a que la adquisición del español no implica necesariamente un desplazamiento de la lengua local, ya que existe una gran vitalidad de la lengua originaria. La tercera comunidad tiene como característica principal que el monolingüismo en lengua indígena es prácticamente inexistente, solamente los ancianos recuerdan la lengua nativa, aunque tienen poca oportunidad de utilizarla y los jóvenes y niños tienden a ser monolingües en español.

Como vemos, el fenómeno del desplazamiento lingüístico no debe verse o entenderse de forma superficial sino, como un proceso complejo, al respecto Hamel acentúa que “no se trata simplemente de que una lengua ‘desplace’ a la otra […] sino que de qué manera los actores bilingües van transformando sus usos y repertorios en todas sus dimensiones”,[13] es decir, es necesario considerar otros elementos más profundos que ayuden a entenderlo mejor, y dichos elementos pueden basarse en tres dimensiones o niveles de articulación,[14] a saber: esquemas y modelos culturales, estructuras discursivas y estructuras, y por último, formas lingüísticas, que entiende al desplazamiento como procesos de ruptura de dichas dimensiones de articulación y a la vez, dichas rupturas pueden estar ligadas a una ecología de presiones,[15] ya que, “en la transformación del equilibrio al desequilibrio lingüístico de una comunidad están entrelazadas relaciones que tienen que ver con el poder, la ideología, la generación de intereses y la facilidad compartida, las cuales generan diferentes tipos de presiones”.[16]

De acuerdo con ese panorama, el presente trabajo únicamente retoma el aspecto de los modelos culturales a través de las ideologías y percepciones de los colaboradores sobre la lengua, dejando de lado el análisis de las estructuras discursivas y lingüísticas, es decir, sólo se muestra un aspecto del desplazamiento y, por ende, hablamos de tendencias a partir de la situación del ombeayiüts más conocido como huave, hablada por la cultura ikoots.[17]

Los datos de este estudio derivan de los resultados obtenidos en una investigación más amplia denominada Enseñanza y variación dialectal de la lengua ombeayiüts, realizado en las cuatro comunidades históricas que pertenecen a la cultura ikoots: San Mateo del Mar (SMo), San Dionisio del Mar (SDo), San Francisco del Mar (SFo) y Santa María del Mar (SMa). Los resultados se obtuvieron por medio de la aplicación de un cuestionario que integra preguntas específicas sobre los hablantes, los espacios y el estatus de la lengua ombeayiüts. El instrumento diseñado contiene 28 ítems a través de preguntas cerradas a las que se responde seleccionando las opciones registradas. La muestra se aplicó a 120 colaboradores (30 personas por cada comunidad de estudio).

La situación sociolingüística de las lenguas indígenas de Oaxaca

Oaxaca, uno de los estados con mayor diversidad lingüística del país, no se escapa de la situación sociolingüística que prevalece tanto en México como en el mundo, ya que, de las 16 lenguas indígenas que se hablan en ese territorio, algunas de ellas están encaminadas hacia diferentes fases de desplazamiento, esto a consecuencia de diversas circunstancias y situaciones:

No sólo en Zaachila, municipio localizado a unos 20 minutos de la capital oaxaqueña, hace 50 años la interacción entre las personas se hacía a través del zapoteco, hoy en día, menos de 16 personas lo hablan, expuso […] De esta forma, no sólo el chocholteco, ixcateco y zoque están en riesgo —algunas de ellas con menos de media docena de hablantes—, sino muchas de sus variantes, tanto en zonas urbanas como rurales.[18]

Como vemos en esta afirmación, las lenguas consideradas con gran número de hablantes como el zapoteco, algunas de sus variantes se encuentran en grave peligro de desaparición, aunque de acuerdo con la Secretaría de Asuntos Indígenas, el ixcateco, zoque, chocholteco y chontal, son cuatro de las 16 lenguas indígenas que están actualmente en riesgo latente de desaparecer. Por su parte, el Inali[19] ha clasificado las principales variantes lingüísticas del estado en muy alto peligro de extinción, como se muestra en el cuadro 1.

Agrupación

Variante

Total de hablantes

 Zapoteco

Zapoteco de Mixtepec

14

Ixcateco

Ixcateco

21

Zapoteco

Zapoteco de San Felipe Tejalápam

50

Zapoteco

Zapoteco de Asunción Tlacolulita

53

Chocholteco

Chocholteco del oeste

62

Zoque

Zoque del sur

84

Zapoteco

Zapoteco de la sierra sur, noroeste bajo

164

Chocholteco

Chocholteco del sur

200

Zapoteco

Zapoteco de Valles, oeste

211

Chontal de Oaxaca

Chontal de Oaxaca bajo

223

Mixteco

Mixteco de San Miguel Piedras

243

Zapoteco

Zapoteco de Valles, del centro

257

Chontal de Oaxaca

Chontal de Oaxaca de la costa

1 060

Zapoteco

Zapoteco de Valles, del noroeste bajo

1 128

Zapoteco

Zapoteco de Valles, norte

1 303

Zapoteco

Zapoteco de Valles, del noroeste medio

20 448

Cuadro 1. Variantes lingüísticas de Oaxaca con muy alto riesgo de desaparición. Fuente: elaboración propia con datos de México. Lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición (México: Inali, 2012).

Como muestra el cuadro, algunas variantes lingüísticas del zapoteco están en muy alto riesgo de desaparición, en el mismo caso se encuentra el ixcateco, chocholteco, zoque, chontal y una variante del mixteco; esta situación es muy apremiante, por la rapidez con que se deja de hablar y se abandona una lengua, lo que nos lleva a pensar que existen rupturas y diferentes presiones que viven cada uno de sus hablantes, ya que, la presión depende de dos factores: del interés del individuo presionado y del contexto general donde se desenvuelve.[20]

También se observa que el ombeayiüts no está contemplado en este nivel de peligro de desaparición, porque de acuerdo con la clasificación del Inali, se encuentran en mediano riesgo (huave del este) y en riesgo no inmediato (huave del oeste). Sin embargo, la lengua ombeayiüts presenta rasgos muy avanzados de desplazamiento en algunas de sus variantes, como se irá analizando.

La lengua ombeayiüts. Vislumbres hacia el desplazamiento

La lengua ombeayiüts es una lengua hablada en la parte sureste del estado de Oaxaca, específicamente en el istmo de Tehuantepec, entre las lagunas superior e inferior. El ombeayiüts corresponde a una familia lingüística aislada, es decir, no existe una relación de parentesco lingüístico con alguna otra lengua, aunque algunos investigadores han lanzado hipótesis, como Paul Radin,[21] quien propuso su relación con las lenguas mayenses y las mixe-zoqueanas, y Morris Swadesh,[22] que sugirió una conexión con la familia otomangueana, pero ninguna de estas hipótesis ha sido confirmada.

A lo largo de la historia y hasta el presente, los ikoots han reconocido cuatro variantes de acuerdo con los municipios y comunidades donde habitan: SMo, SDo, SFo y SMa. Los tres primeros son municipios ikoots, mientras que la última es una agencia municipal perteneciente a Juchitán, municipio zapoteco.

La mayoría de los investigadores también han reconocido que la lengua está dividida en cuatro variantes, correspondientes a las comunidades de asentamiento. Sin embargo, El Catálogo del Inali[23] reconoce sólo dos variantes: el huave del oeste hablado en SMo y SMa, y el huave del este en SDo y SFo; de igual manera, la página web de Ethnologue lo reconoce de la misma forma, en dos variantes.

Vitalidad vs desplazamiento

Como se ha señalado en párrafos anteriores, el ombeayiüts no está considerado como una lengua en muy alto o alto riesgo de desaparición, sin embargo, la disminución de hablantes ha presentado avances acelerados, como lo muestra el siguiente cuadro:

 

Variantes

Censo 2000

Censo 2005

Censo 2010

 

Total
de
población

5 años y más hablantes de ombeayiüts

Porcentaje
 de
hablantes

Total
de
población

5 años y más hablantes de ombeayiüts

Porcentaje  
de
hablantes

Total de población

5 años y más hablantes de ombeayiüts

Porcentaje
 de
hablantes

SMo

10 657

9 118

85.5

12 667

10 945

86.4

14 252

12 344

86.6

SDo

4 931

2 638

53.4

5 165

2 639

51.0

5 098

2 399

47.0

SMa

945

179

18.9

862

140

16.2

771

134

17.3

SFo

5 782

1 088

18.8

6 874

926

13.4

7 232

1 058

14.6

Cuadro 2. Hablantes del ombeayiüts. Fuente: Retomado de Gervasio Montero Gutenberg, “Enseñanza y variación dialectal de la lengua ombeayiüts” (tesis de doctorado, UNAM, 2017.


Como se aprecia en el cuadro, dos comunidades muestran un decrecimiento en el porcentaje de hablantes de la lengua en el censo de 2010: SMa y SFo, con 17.3 % y 14.6 %, respectivamente. Mientras que SMo se mantiene arriba de 85 %, lo que revela una vitalidad, y SDo, en el último censo, presenta un decremento de hablantes de hasta menos de la mitad de la población total (47 %). Esto denota una situación preocupante, porque muestra una tendencia al desuso de la lengua.

El uso y presencia de la lengua en el ámbito social ha ido en decadencia por diversos factores. La situación de la vitalidad lingüística en cada una de las cuatro comunidades es distinta debido al contacto cultural y lingüístico con los zapotecos del istmo, ya que SDo y SFo son las dos comunidades que mayormente han tenido intercambios y convivencia familiar directa, o sea, se forman relaciones matrimoniales entre ambas culturas, y eso ha llevado a dejar de hablar el ombeayiüts, privilegiando más el uso del español, o incluso, el zapoteco mismo. Como documentan Hernández y Lizama:

En SFo el proceso de castellanización ha avanzado más. Los habitantes de la localidad ven en el proyecto de castellanización un proceso en el que ellos han perdido su lengua, esto lo atribuyen, entre otras causas, a los casamientos entre huaves y zapotecas. En SFo, los ancianos dicen que antes no se permitían los matrimonios entre huaves y zapotecos y que la residencia local estaba reservada sólo a los huaves, parte de esto puede estar lejos de los hechos.[24]

Y testimonios directos de los abuelos de SFo confirman esa visión que tenían para preservar la lengua en cuanto al casamiento con personas de otros lugares, como se muestra en la siguiente entrevista:

No, no se permitía [casamientos con gentes de otros pueblos], ¡no!; ni se consintieron las gentes de otros pueblos, ¡no!, y si ese, por ejemplo, quiere presentarse no se le da lugar, no; estaban unidos los huaves, solitos ellos, pero se cambian las autoridades hay [...] presidente sostiene la costumbre, la unidad de la raza, pero hay otros, pues son un poquito viciosos, tienen amistad con otras personas y así se vinieron esas gentes acá a casarse aquí, muchos de Juchitán se casaron aquí, de Ixtaltepec, de Tehuantepec se casaron aquí, de otros pueblos se casaron aquí, ya se mezcló la gente, ya no es, nosotros no somos, no somos; SMo sí, no sé hasta por ahorita, ese pueblo es muy celoso, muy celosos, ahí no se habla el castellano, no sé si se han casado los hijos de SMo con gentes tecas, podríamos decir con de Tehuantepec, con de Juchitán, no sé, pero esa gente sí domina el huave.[25]

Al respecto Castaneira[26] refiere que la disminución de la lengua en SFo también se debe a la relocalización del pueblo a un área de tránsito muy intenso y quizá a la entrada de lleno a un área de influencia mayor de grupos zapotecos y mixtecos numerosos, así como al acceso a la electricidad y demás servicios. Sin embargo, todo ello no explica por completo el asunto de la aculturación, por eso se afirma que el peso mayor de este proceso de pérdida de la lengua y las prácticas se ubique en el hecho concreto de cambio de lugar del pueblo, lo que quizá conlleva un trauma cultural latente. Uno de los trabajos de investigación como el de Frey[27] muestra cómo la injerencia del sistema partidista por la extensión de conflictos fraccionales de Juchitán de Zaragoza llevó a SDo a la pérdida también de su sistema de cargos civiles; así se ha ido desvaneciendo la forma de organización social en las comunidades ikoots, dicho de otro modo, la ruptura en los esquemas y modelos culturales propios.[28]

Por otra parte, en SMo la vitalidad lingüística del ombeayiüts aún es notoria. En las relaciones cotidianas, y en los diferentes contextos comunitarios se mantiene presente, como el mercado municipal, donde predominan los intercambios en la primera lengua, en la compraventa, en la calle, en la iglesia. Los niños se comunican en su primera lengua cuando juegan, aunque también ya se introducen préstamos y se observan mezclas con el español, como lo documenta Terrazas Villasana.[29]

En SDo, es otra la situación, aunque aún se habla el umbeyajts, los niños se comunican entre ellos en español porque muy poco les ha sido transmitido, lo mismo que los jóvenes y los adultos de menos de 30 años, aproximadamente, quienes usan el español preferentemente en sus relaciones cotidianas. Aunque mantiene presencia en algunas asambleas, el comité de la iglesia, o en pláticas entre ancianos, lo que genera un gran número de hablantes pasivos, mayoritariamente entre la gente adulta.

Como ya lo mencionamos, el otro extremo lo representa SFo. En este municipio, la gente se comunica sólo en español, aunque sí se reconocen como pertenecientes a la cultura konajts. Sólo algunas personas de la tercera edad son quienes mantienen la lengua, algunos de forma pasiva; son ellos quienes han servido de informante para los investigadores que han llegado a la comunidad. Los encuestados tienen consciencia del desplazamiento generacional ya que, ante la interrogante sobre la generación que aún habla la lengua, las respuestas se inclinan hacia la generación de los abuelos, como lo muestra la gráfica 1.


Gráfica 1. Percepción sobre grupos de hablantes de la lengua. Fuente: elaboración propia con base en los datos obtenidos del instrumento aplicado, 2017.

En la gráfica se observa que en SMo prevalece la percepción generalizada sobre la vitalidad de la lengua desde el punto de vista generacional, ya que, declaran que la lengua es hablada por todas las generaciones, es decir, las 30 personas encuestadas reportaron que en cada rango de edad aún se habla la lengua, mientras que en las otras tres comunidades existe una ruptura generacional que es percibida por los habitantes; ellos consideran que los que mantienen viva la lengua o los que la hablan todavía es la generación de los 51-80 años. Como ya lo consideraba Fishman,[30] el factor más utilizado para saber qué tan vital se encuentra una lengua es precisamente si se transmite o no de generación en generación.

A partir de una correlación con lo que plantea el Inali,[31] podemos decir que la variante de SMo aún no tiene tendencias muy visibles hacia el desplazamiento. SDo y SMa pueden ubicarse entre el cuarto y quinto nivel de la clasificación de la UNESCO,[32] porque los encuestados registran que únicamente los abuelos o la generación adulta son los que mantienen el uso la lengua. Por su parte, SFo podría ubicarse en el quinto peldaño —en situación crítica— ya que adjudican que solamente la gente adulta habla la lengua.

Ámbitos de uso

Existen diferentes dominios o ámbitos en los que los hablantes determinan usar o no la lengua[33] y esto puede ser otro indicador de tendencias de desplazamiento de la lengua. Serrano[34] considera que cuando un hablante elige una lengua y no otra, lo hace en función de una serie de normas y valores no estrictamente lingüísticos, sino sociales, culturales y psicológicos; vale decir, entonces, que las acciones humanas siempre surgen de una presión.[35]

El ámbito de uso que mantiene una lengua viene enmarcado por conductas individuales o sociales. A través de sus investigaciones, Fishman[36] descubrió que, en muchas comunidades bilingües, dominios como la escuela, la iglesia, la esfera laboral superior y el gobierno son concordantes con una lengua o variedad A, mientras que otros, como la familia, la vecindad y la esfera laboral inferior son concordantes con la variedad o lengua B. Sin embargo, cada comunidad de habla tendrá o desarrollará sus propios espacios de uso para cada lengua o variedad. Esto significa que ningún conjunto estable de ámbitos puede formularse a priori para todas las comunidades, puesto que “el conjunto de actividades que constituirá una agrupación de propósito, relaciones de roles y marco será específico de una cultura”.[37]

Por ende, la funcionalidad de una lengua indígena como medio de comunicación en diferentes espacios o ámbitos de uso es un factor social de gran relevancia en cuanto a proyección de la lengua, ya que, en las interacciones internas y familiares se concreta el traspaso intergeneracional que fomentará el mantenimiento lingüístico. La lengua ombeayiüts presenta distintos parámetros en cuanto a los espacios donde tiene presencia, como se puede apreciar en la gráfica 2.


Gráfica 2. Espacios de uso de la lengua. Fuente: elaboración propia con base en los datos obtenidos del instrumento aplicado, 2017.

De acuerdo con las opciones que contenía el instrumento, los participantes tenían que seleccionar por ámbitos la presencia o no de la lengua en su comunidad. Es así que, como podemos observar en la gráfica, los habitantes de SMo manifiestan usar la lengua en todos los ámbitos, desde la casa hasta la escuela, aunque en este último, únicamente la mitad de los participantes (15) registraron que existe presencia de la lengua, mientras que la otra mitad considera que no. Ello resulta un dato importante en tanto que se trata de una comunidad donde se mantiene la vitalidad, pero la gente no lo considera como un espacio para la lengua, a partir de ello, podemos dejar una interrogante abierta: ¿A qué se deberá esto? Por otro lado, además de los espacios tradicionales como el hogar y las instituciones propias de la comunidad —fiestas, asambleas, pesca—, el uso de la lengua se ha expandido a nuevos espacios de uso como la escuela y la radio comunitaria.

No obstante, para las otras comunidades la situación fue distinta. Se puede ver que el espacio de la lengua se ha ido reduciendo. La casa prevalece como uno de los ámbitos con mucha presencia para SDo y SMa, mientras que en SFo, sólo cuatro de los encuestados registraron que se utiliza en este ámbito. Algo interesante de resaltar para SFo es que las personas que dicen hablar en la casa afirmaron que, en la mayoría de las ocasiones, no es con la familia misma, sino con personas que llegan de fuera, como los investigadores que buscan recabar información o quieren aprender la lengua.

Lo anterior nos lleva a la siguiente reflexión: cuando una lengua deja de usarse en ámbitos íntimos y familiares, se afecta la transmisión intergeneracional. Este hecho repercute directamente en el desempeño lingüístico y comunicativo de las generaciones más jóvenes de la comunidad.[38] Es decir, cuando la lengua ombeayiüts se mantiene en el dominio familiar se generaliza entre los hablantes más jóvenes, por el contrario, cuando se restringen sus posibilidades de uso se contribuye a su desplazamiento.[39]

En lo que respecta a las personas (6 de 30) de SMa, éstas consideran que uno de los espacios donde la lengua aún mantiene presencia es en las fiestas. Esto se explica ya que es entonces cuando se encuentran o se reúnen los abuelos y abuelas hablantes, o bien, es cuando también tienen oportunidad de interactuar con personas que llegan de otras comunidades como de SDo y SFo, como se relata en el siguiente comentario:

Desde antes íbamos a las fiestas que se hacen en SMa, y le entiendo a las personas de ahí, platico con ellos en la lengua. Mi mamá me llevaba a la fiesta desde antes, ahora todavía voy porque tengo familiares ahí y sólo los visito en la fiesta del pueblo, y platico con mis tías o personas adultas en la lengua, bueno, cuando ellos me hablan en lengua, también les contesto en lengua.[40]

De igual manera, en SDo (5 de 30 personas) afirman que las fiestas representan otro de los espacios donde permanece la lengua, por ejemplo, en la organización de la mayordomía:

Aquí todavía hablamos la lengua, no como en SMo, ahí sí que hablan, desde niños, lo he visto, cuando fui de visita por allá. Pero aquí también lo hablamos todavía, más las personas grandes. En la celebración de alguna festividad, nos encontramos la gente adulta y hablamos en nuestra lengua, tanto hombres como mujeres, y decimos chistes o platicamos historias que luego los jóvenes o niños no entienden, pero ¡aaah que!, algunos señores saben hablar muy bien el idioma.[41]

Y en SDo (5 de 30 encuestados) manifiestan que la pesca es otro ámbito donde, aún se ocupa la lengua entre los pescadores adultos, a diferencia de SFo, en donde la actividad de la pesca también sigue vigente, no así, la interacción en la lengua. Las personas de SDo declaran estar conscientes de que existen personas que aún hablan, aunque cada vez en ámbitos más reducidos o limitados.

Para el caso de SMa (5 de 30), las personas mencionaron que la iglesia y la asamblea comunitaria aún permanecen como espacios donde se utiliza la lengua. Este dato es interesante porque las reuniones comunitarias se desarrollan en español, pero en las discusiones o toma de decisiones, la gente adulta se organiza en pequeños grupos para discutir alguna decisión y es cuando se comunican en ombeayiüts. Así, podemos observar cómo, aunque la lengua ha ido perdiendo presencia, también se ha aferrado y permanece en ciertos ámbitos, como la escuela y la radio comunitaria, como es el caso de SFo.

Entre los datos que muestra la gráfica 2 también podemos observar que ante la disminución de los espacios de uso más tradicional como en SFo y SMa, el uso de la lengua se ha desplazado a nuevas áreas. Por ejemplo, en SMa existen varias iglesias de diferentes corrientes o sectas religiosas y, a pesar de ser recientes, es un lugar donde se refugia la lengua, como se puede leer en la siguiente afirmación:

Antes hablábamos mucho la lengua, ahora ya no, sólo unas cuantas personas. Me acuerdo cuando era joven había mucha gente que hablaba, podías ver en la calle a la gente platicando; pero ahora ya no, no se ve eso. Ahora, yo sólo hablo el umbeyujts cuando voy a mi iglesia, ahí encuentro con quien platicar, también yo tengo cantos en umbeyujts, cuando voy a la iglesia yo lo canto así, en la lengua.[42]

Como vemos, aunque se manifieste un elevado nivel de tendencia para el desplazamiento lingüístico, también sobresalen nuevos escenarios, y uno de ellos es la escuela, a la que la población parece estarle confiriendo la tarea de revitalizar la lengua. De acuerdo con la gráfica 2, 50 % (la mitad), de las personas de SFo consideran que la escuela es hoy en día un escenario de uso más relevante que el hogar mismo. Esto se explica porque es allí donde se está llevando a cabo un intento de revitalización del idioma, esto tiene en cierto modo, una interpretación positiva desde la percepción de los habitantes, aunque también son conscientes de que el uso que se le da en la escuela es limitado; la señora Carmelita Cabrera Vicente de 37 años, comenta: “En la escuela de mi hijo le enseñan el idioma, sólo ahí. Aunque le enseñan poquito, sólo algunas palabras, algunos cantos, pero sí se lo aprende, luego también cantan el himno nacional en la lengua. Le enseñan poco, pero, aunque sea poquito está aprendiendo algo del huave.[43]

Así, al no tener otros espacios más, lo consideran como un contexto importante, pero podemos decir que no es tanto un espacio de uso sino de enseñanza. Esto nos lleva a reflexionar sobre lo que plantean algunos autores[44] respecto de que algunas de las instituciones que surgen en estas situaciones son la educación y la religión. Sin duda la escuela puede actuar como impedimento si no retoma la lengua en la enseñanza curricular o núcleo de desarrollo de aquélla, pero lo que observamos en estos casos es que, en las comunidades en las que existe una alta vitalidad lingüística, la escuela es el lugar en donde menos presencia tiene. Por eso, como dice Hamel,[45] la escuela indígena bilingüe representa una pieza clave en los procesos de desplazamiento o resistencia lingüística y cultural, como también en las rupturas entre modelos, discursos y lenguas.

Como podemos apreciar, la lengua originaria va perdiendo mucho terreno en SMa y SFo, principalmente, y en menor medida SDo, porque los espacios y situaciones comunicativas que existen son limitados. En dichas comunidades existen familias que aún mantienen el ombeayiüts como lengua de comunicación en el hogar; sin embargo, hay otras, como SFo, donde el castellano es el medio principal de comunicación. Esta situación es relevante pues, como se sabe, uno de los escenarios más habituales del desplazamiento lingüístico corresponde al abandono de la lengua originaria en el seno familiar, y nuestra muestra ha expuesto esta tendencia.

En suma, la escuela no puede ser un ámbito para recuperar la lengua, pero sí aparece en el escenario cuando ya no se habla; es decir, como la situación de SFo. Como afirma Roth Seneff,[46] el desplazamiento lingüístico puede pasar por las siguientes etapas: primero, dos lenguas por lo menos están en contacto; en segundo término, miembros de distintas generaciones en uno o más grupos domésticos exhiben diferentes grados de dominio de las lenguas en contacto y, por último, hay una asociación entre generaciones y rangos específicos del dominio de cada lengua. Sin embargo, no se debe dejar de lado las presiones, las estructuras discursivas y lingüísticas y los esquemas culturales, que en su conjunto pueden explicar de mejor forma las rupturas que existen y que llevan al proceso de desplazamiento.

Estatus de dominio de la lengua

El desplazamiento lingüístico se manifiesta cuando una lengua sustituye a otra en el papel comunicativo de la socialización primaria dentro de una población de hablantes, es decir, que en el momento en que la lengua deja de ser la primera lengua, tenemos un indicador de que hay una ruptura de la transmisión generacional. Así, relacionado con los ámbitos de uso podemos observar en la gráfica 3, cómo el ombeayiüts va dejando de ser la lengua transmitida en el hogar en tres de las comunidades de estudio, es decir, el estatus de dominio del ombeayiüts se proyecta a convertirse en la segunda lengua:


Gráfica 3. Transmisión de la lengua en las cuatro comunidades Fuente: elaboración propia con base en los datos obtenidos del cuestionario, 2017.

Como se observa en la gráfica, la transmisión de la lengua en el caso de aquellos que la declaran como primera lengua (L1) tiene altos porcentajes en SMo (97 %), mientras que en SMa y SDo son menos de la mitad (38 % y 35 %, respectivamente) y, en SFo, con sólo 10 %, la situación es crítica.

En cuanto a su estatus como segunda lengua (L2), podemos ver que más de la mitad de la población encuestada en SDo, 51 %, declaran tenerla en tal estatus, seguido por SMa (29 %) y SFo (24 %), mientras que SMo sólo existe un 3 %. También aparece en el escenario el ombeayiüts como L3, y ello se manifiesta en SMa con 6 % y SDo con 3 %, lo que indica que el ombeayiüts cada vez se va alejando de ser el principal medio de comunicación. Esto nos lleva a plantearnos una interrogante: si la lengua no les fue transmitida, ¿cómo adquirieron o aprendieron la L2 o L3? Podemos abordar esa pregunta con otro fenómeno interesante relacionado con el grado de dominio de la lengua, como vemos en la gráfica 4.


Gráfica 4. Dominio de la lengua. Fuente: elaboración propia con base en los datos obtenidos del instrumento aplicado, 2017.

Si analizamos los datos de la gráfica 4 en porcentajes relativos en relación con el total de L1, L2 y L3 y las competencias que declaran, podemos observar cómo de quienes tienen el ombeayiüts como primera lengua, la mayoría no la lee ni la escribe, aunque aproximadamente un cuarto declara poder leerla. Por otra parte, de los que tienen el ombeayiüts como segunda lengua, un poco más de la mitad declara entender y no hablar, lo que nos hace pensar que son sujetos que crecieron escuchando la lengua, pero no desarrollaron la producción, y esto se acentúa en L3 por las rupturas que van surgiendo. Sin embargo, el porcentaje de L2 que declara leer es casi igual que los que tienen el ombeayiüts como L1.

Como vemos, cada una de las cuatro variantes de la lengua ombeayiüts pasa por situaciones diversas, donde algunas de sus variantes muestran una tendencia hacia el desplazamiento, por lo que requiere de atención específica, con estrategias acordes a la realidad en la que se encuentran, ya que:

Una vez que los nuevos modelos culturales y estructuras discursivas se encuentran bien arraigados y se produjo una reorientación cognitiva de un número significativo de hablantes, por lo menos en un ámbito específico de comunicación, es más viable que se produzca el desplazamiento de la lengua indígena en la superficie, tomando en cuenta las relaciones asimétricas de poder.[47]

A modo de cierre

El desplazamiento lingüístico es un proceso paulatino, complejo, pero a la vez emergente, por lo que cada una de las lenguas indígenas requiere de atención en tanto a su uso y desarrollo; sin embargo, también dependerá de la decisión de cada hablante. En el caso dela lengua ombeayiüts, podemos decir que, de acuerdo con la clasificación que hace Díaz Couder[48] y la UNESCO,[49] SMo se encuentra en una situación de estabilidad, pero a la vez amenazada por el fenómeno de mezclas y préstamos lingüísticos, mayormente debido a las nuevas generaciones; no obstante, sigue manifestando una vitalidad en sus generaciones, es decir, la lengua se mantiene viva y los hablantes asumen que hablan y desarrollan todavía la lengua. Por otra parte, en SDo se encuentran en persistencia, donde la lengua sigue luchando por su permanencia en la comunidad de hablantes, es decir, aún existe personas que hablan la lengua (ya sea como primera, segunda lengua o tercera lengua), pero también, existen personas que ya no la hablan. La tendencia, al parecer, para el caso de SMa, si no se atiende o los hablantes no siguen desarrollando su variante, pronto se conducirá hacia el desplazamiento o hacia un estado crítico. En ese último tipo de comunidad —de desplazamiento o situación crítica— se encuentra SFo, ya que, como vimos, la mayoría de las personas afirman ya no hablar la lengua, y por ende, ha perdido o se ha limitado a ciertos ámbitos de uso o sólo la hablan una cantidad pequeña de personas en edad adulta con una marcada ruptura intergeneracional.


[1] Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), Catálogo de las lenguas indígenas nacionales (México: SEP-Inali, 2009).
[2] Ranka Bjeljac-Babic, “Seis mil lenguas, un patrimonio en peligro”, Doctrina 69 (septiembre-octubre, 2001): 69-70, acceso el 20 de abril de 2020, http://historico.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/derhum/cont/51/pr/pr33.pdf.
[3] Inali, Catálogo de las lenguas...
[4] Inali, Catálogo de las lenguas..., 17.
[5] Inali, Catálogo de las lenguas...
[6] Roland Terborg, “La ‘ecología de presiones’ en el desplazamiento de las lenguas indígenas por el español. Presentación de un modelo”, Forum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social 4 (septiembre, 2006): 1-24.
[7] David Crystal, La muerte de las lenguas (Madrid: Cambridge University Press /Akal, 2001), 16.
[8] Joshua Fishman, “Conservación y desplazamiento del idioma como campo de investigación”, en Antología de estudios de etnolingüística y sociolingüística, comp. de P. Garvin y Y. Lastra (México: UNAM, 1984), 375-423.
[9] Janet Holmes, An Introduction to Sociolinguistics (Londres: Longman Limited, 1992).
[10] UNESCO, “Vitalidad y peligro de desaparición de las lenguas” (documento adoptado por la Reunión Internacional de Expertos sobre el programa de la UNESCO: Salvaguardia de las Lenguas en Peligro. París: UNESCO, 2003)
[11] La UNESCO (“Vitalidad y peligro...”) postula siete niveles de análisis sobre la vitalidad de las lenguas: 1. No corre peligro: La lengua materna es la primera de la mayor parte de los niños o familias de comunidades en específico —pero no en todas—, también se aclara que la lengua sólo es usada en ciertos ámbitos sociales; 2. Estable, pero en peligro o amenaza: Todas las generaciones hablan el idioma y sigue existiendo la transmisión del mismo, aunque, en algunos contextos importantes de comunicación comienza a notarse un plurilingüismo entre la lengua vernácula y una o más dominantes; 3. Vulnerable: La lengua materna es la primera de la mayor parte de los niños o familias de comunidades en específico, pero no en todas; 4. Claramente en peligro o amenazada: Los niños han dejado de aprender la lengua vernácula. Los padres pueden aún dirigirse a sus hijos en la lengua nativa, pero éstos últimos mayormente ya responderán en la dominante; 5. Seriamente en peligro o amenazada: Únicamente hablan la lengua los abuelos y más ancianos; la generación de los padres puede entender la lengua, pero ya no la utilizan para comunicarse; 6. En situación crítica: Los hablantes más jóvenes forman parte de la generación de los abuelos y el idioma ya no es usado para la comunicación diaria, y 7. Extinta: No existen hablantes con quien hablar o recordar la lengua.
[12] Ernesto Díaz Couder, “Multilingüismo y Estado nación en México”, Diverscité Langues, vol. 1 (Montréal: Université de Quebec, 1997), acceso el 20 de abril de 2020, http://www.uquebec.ca/diverscite.
[13] Rainer Enrique Hamel, “Conflico entre lenguas, discursos y culturas en el México indígena: ¿La apropiación de lo ajeno y la enajenación de lo propio?”, en Lo propio y lo ajeno. Interculturalidad y sociedad multicultural, comp. de Ursula Klesing-rempel (México: Plaza y Valdés, 1996), 160.
[14] Hamel, “Conflico entre lenguas...”.
[15] Roland Terborg y Laura García Landa, “Las presiones que causan el desplazamiento-mantenimiento de las lenguas indígenas. La presentación de un modelo y su aplicación”, en Muerte y vitalidad de las lenguas indígenas y las presiones sobre sus hablantes, coord. por Roland Terborg y Laura García Landa (México: UNAM, 2011), 29-61; Isela Trujillo Támez y Roland Terborg, “Un análisis de las presiones que causan el desplazamiento o mantenimiento de una lengua indígena de México: El caso de la lengua mixe de Oaxaca”, Cuadernos Interculturales 12 (junio 2009): 127-140; Roland Terborg, “La ‘ecología de presiones’...”.
[16] Isela Trujillo Támez y Roland Terborg, “Un análisis de las presiones...”.
[17] La cultura ikoots “nosotros”, hablantes de la lengua ombeayiüts, “nuestra lengua, nuestra palabra, nuestra voz, nuestra boca” es así denominada por los propios hablantes, ya que, comúnmente se les denomina como huaves. Tanto la cultura como a la lengua tienen variación en su denominación: San Mateo del Mar se reconoce como ikoots y hablantes del ombeayiüts; San Dionisio del Mar, como ikojts hablantes del umbeyajts; San Francisco del Mar, como konajts hablantes del umbeyajts, y Santa María del Mar se denomina como ikojts hablantes del umbeyujts. Tanto la denominación cultural como con la lengua, tienen el mismo significado para las cuatro comunidades que hacen referencia a “nosotros” y a “nuestra lengua, nuestra palabra, nuestra voz, nuestra boca”, respectivamente. Para fines de este trabajo, se ha ocupado mayormente la denominación de San Mateo del Mar, sin la pretensión de imponer una autodefinición sobre otra, sino simplemente como referente de la lengua en general.
[18] “Oaxaca camina hacia la extinción de sus lenguas indígenas”, Diario de la Mixteca, sección cultura, 19 de febrero de 2013, acceso el 2 de junio de 2018, https://www.diariodelamixteca.com/cultura/oaxaca-camina-hacia-la-extincion-de-sus-lenguas-indigenas.html.
[19] Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, México. Lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición (México: Inali, 2012).
[20] Isela Trujillo Támez y Roland Terborg, “Un análisis de las presiones...”.
[21] Paul Radin, “On the relationship of huave and mixe”, American Anthropologist, núm. 1-4 (1916): 411-421.
[22] Mauricio Swadesh, Mapas de clasificación lingüística de México y las Américas (México: UNAM, 1959).
[23] Inali, Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales (México: Inali, 2008).
[24] Jorge Hernández Díaz y Jesús Lizama Quijano, Cultura e identidad étnica en la región huave (Oaxaca: Instituto de Investigaciones Sociológicas-UABJO, 1996), 139.
[25] Hernández Díaz y Jesús Lizama Quijano, Cultura e identidad...
[26] Alejandro Castaneira, “Dios, eternidad, costumbre. La forma de gobierno de los huaves de San Mateo del Mar, Oaxaca” (tesis de licenciatura, Departamento de Antropología Social UAM-I, 1995).
[27] Hans R. Frey, La jerarquía político-eclesiástica y la mayordomía en San Dionisio del Mar, Oaxaca (Oaxaca, UABJO, 1982).
[28] Hamel, “Conflico entre lenguas...”.
[29] Graciela Terrazas Villasana, “El proceso de desplazamiento de la lengua ombeayiüts en las formas de habla de las niñas y los niños del nivel preescolar” (tesis de licenciatura, Escuela Normal Bilingüe e Intercultural de Oaxaca, 2016).
[30] Joshua Fishman, Reversing Language Shift. Theorical and Empirical Foundations of Assistance to Threatened Languages (Clevedon: Multilingual Matters Ltd, 1991.
[31] Inali, México. Lenguas indígenas nacionales...
[32] UNESCO, “Vitalidad y peligro...”.
[33] Suzanne Romaine, Language in Society: An Introduction to Sociolinguistics (Oxford: Oxford University Press, 1994).
[34] María José Serrano, Sociolingüística (Barcelona: Ediciones del Serbal, 2011).
[35] Terborg, “La ‘ecología de presiones’...”.
[36] Joshua Fishman, Sociología del lenguaje (Madrid: Cátedra, 1982).
[37] Muriel Saville Troike, Etnografía de la comunicación. Una introducción (Buenos Aires: Prometeo, 2005), 58.
[38] Ralph Fasold, La sociolingüística de la sociedad. Introducción a la sociolingüística (Madrid: Visor Libros, 1996).
[39] Serrano, Sociolingüística.
[40] Irene Ramos Gallegos, entrevista realizada en San Dionisio del Mar, 13 de septiembre de 2017.
[41] Isaac Ramírez Castellanos, entrevista realizada en San Dionisio del Mar, 13 de septiembre de 2017.
[42] Vicente González Juan, entrevista realizada en Santa María del Mar, 18 de septiembre de 2017.
[43] Carmelita Cabrera Vicente, entrevista realizada en San Francisco del Mar, 06 de noviembre de 2017
[44] Fasold, La sociolingüística de la sociedad...; Serrano, Sociolingüística.
[45] Hamel, “Conflico entre lenguas...”.
[46] Andrew Roth Seneff, “Desplazamiento lingüístico en el desarrollo regional de México”, Relaciones. Estudios de Historia y Sociedad 38, núm. X (1989): 29-50.
[47] Hamel, “Conflico entre lenguas...”, 174.
[48] Díaz Couder, “Multilingüismo y Estado...”.
[49] UNESCO, “Vitalidad y peligro...”.

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