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“Me atravesaba un río”. Juventudes pescadoras isleñas en contexto de transformación socioambiental (río Paraná, Rosario, Argentina)
“I was crossed by a river” Island fishing youth in the context of socio-environmental transformation (Paraná River, Rosario, Argentina)

Macarena Romero Acuña
Becaria posdoctoral del Conicet-Centro de Estudios Antropológicos en Contextos Urbanos, Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario
ORCID ID: 0000-0001-9278-7979

 

RESUMEN
Este artículo focaliza en las experiencias formativas laborales vinculadas a la pesca que despliegan jóvenes y familias isleñas que habitan el delta medio del río Paraná, ubicado frente a la ciudad de Rosario, Argentina. Interesa discutir cómo en ese contexto, atravesado por transformaciones socioambientales, las experiencias formativas vinculadas a la pesca son permeadas por tendencias estructurales en las distintas generaciones isleñas en una misma edad de la vida: la juventud; identificando cómo las transformaciones socioambientales del territorio generan resignificaciones de prácticas y sentidos en torno a la pesca en distintas generaciones isleñas. Se trata de analizar de qué modo las lógicas extractivistas que se ponen en juego van transformando no sólo el territorio sino también las lógicas de trabajo de las familias y jóvenes que habitan en ese contexto de islas del río Paraná. Un contexto que, históricamente, se ha vinculado con la ciudad de Rosario por los continuos desplazamientos de sus habitantes. En tal sentido, se profundiza en la reconstrucción y el seguimiento de las experiencias formativas intergeneracionales de trabajo de tres jóvenes y sus familias.

Palabras claves: pesca, jóvenes, experiencias laborales, extractivismos y problemáticas socioambientales.

ABSTRACT
This article focuses on the formative work experiences related to fishing undertaken by young people and island families living in the Middle Delta of the Paraná River, located opposite the city of Rosario, Argentina. It seeks to discuss how, in this context marked by socio-environmental transformations, the formative experiences related to fishing are shaped by these structural trends across different generations of islanders at the same stage of life: youth. The analysis identifies how territorial socio-environmental changes generate re-significations of practices and meanings around fishing for various islander generations. The article aims to analyze how extractivist logics, not only transform the territory but also the work dynamics of families and young people living in this island context of the Paraná River, a context historically linked to the city of Rosario through the continuous movement of its inhabitants. In this sense, the study delves into the reconstruction and tracking of the intergenerational formative work experiences of three young people and their families.

Keywords: fishing, youth, work experiences, extractivism, and social-environmental issues.

Fecha de recepción: 3 de julio de 2024
Fecha de aprobación: 24 de septiembre de 2024

 

Introducción

Este trabajo se desprende de una investigación mayor llevada a cabo para la obtención del título doctoral. En ella se plantea que tanto el trabajo como el estudio constituyen elementos fundamentales de las experiencias formativas intergeneracionales que conforman la vida cotidiana de las juventudes en la isla y en la región del delta medio del río Paraná. Esas experiencias se caracterizan por la construcción en movimiento de sentidos y prácticas relacionadas con la organización, gestión y sostenimiento del entorno familiar, estableciendo conexiones significativas entre el trabajo y los estudios, en los desplazamientos entre las islas y la ciudad de Rosario, en las cuales confluyen saberes y prácticas de diferentes generaciones.

Para este artículo, interesa profundizar en las experiencias formativas intergeneracionales laborales que tienen jóvenes que viven, trabajan y estudian (su escolaridad primaria) en las islas del río Paraná. Interesa particularmente describir y analizar cómo en este contexto, atravesado por transformaciones socioambientales, dichas experiencias laborales son permeadas por tendencias estructurales transformando: el territorio, las lógicas de trabajo, la vinculación con el territorio y las actividades laborales a nivel de las distintas generaciones familiares. Se trabaja desde un enfoque socioantropológico[1] que busca articular diferentes dimensiones y escalas de los problemas estudiados, trascendiendo las dicotomías entre lo micro y lo macro,[2] así como entre lo rural y lo urbano[3]. Además, se otorga una especial relevancia teórico-metodológica al concepto de cotidianidad social[4] para analizar las experiencias formativas.[5]

Se parte de considerar que la pesca artesanal que se desarrolla en el río Paraná es una actividad que puede analizarse en tanto experiencia formativa intergeneracional en acto. A partir de lo propuesto por Thompson,[6] puedo identificar que quienes se dedican a la pesca en el río Paraná, debido a sus experiencias comunes (ya sean heredadas o compartidas), sienten y expresan una identidad vinculadas al río y al “ser” pescadora o pescador. En ello, sus experiencias están fuertemente influenciadas por las relaciones de producción en las que las nacen o en las que ingresan. Es decir, la pesca, entendida como experiencia que encarna sentidos y prácticas concretas, puede analizarse como huella generacional en movimiento que dialoga y a su vez es materia prima del conocimiento que van construyendo y resignificando las juventudes isleñas que viven en el delta medio del río Paraná. Es a partir de tales huellas de la conciencia que, de acuerdo con Rockwell,[7] se pueden abrir distintas dimensiones de análisis. De ahí que es central para este artículo la explicitación de esta categoría, resaltando su carácter formativo intergeneracional e intrageneracional.[8]

Para poner de relieve la importancia del análisis de las experiencias formativas relacionadas con el trabajo, se presta atención a la dinámica de las relaciones sociales, reconstruyendo los contenidos históricos específicos del pasado y su influencia/persistencia/reconfiguración en el presente.[9] Como estrategia teórico-metodológica, se ha optado por la realización de entrevistas en profundidad con jóvenes, madres, padres y adultos (tías-tíos, abuelas-abuelos) que habitan la isla Remanso. Se ha profundizado, particularmente, en las experiencias de tres jóvenes: Tina, Ana y Zuzo,[10] desplegadas en las tramas familiares y laborales.

Tina, de 17 años, ha completado el séptimo año en la escuela Remanso en 2017. Mariano y Mercedes, quienes trabajan como pescador y ama de casa, respectivamente, son los adultos responsables de Tina. Mariano, primo hermano tanto de la madre como del padre de Tina, junto con su compañera Mercedes, se han encargado de su cuidado desde su infancia. Astrid, Gabriel y Ámbar son hijos de la pareja: Astrid, su esposo y sus cinco hijos que se encuentran en edad escolar, al igual que Tina, se dedican a la pesca; Gabriel, por su parte, trabaja como técnico en el área de mantenimiento del Acuario del río Paraná en la ciudad de Rosario y tiene una hija que asiste al nivel inicial en la escuela Remanso, y Ámbar se encuentra en edad escolar y asiste a la escuela Remanso.

Zuzo, de 16 años, proviene de una familia de pescadores y también ha cursado parte del séptimo año en la escuela Remanso en 2017, finalizando sus estudios primarios en una escuela de Rosario. Su abuelo paterno trabaja como pescador y su abuela desempeña el papel de cocinera en la misma escuela. Su madre, también pescadora, está en una relación con otro pescador de la zona y tienen tres hijos en edad escolar primaria. El padre de Zuzo, dueño de un taller mecánico en la zona norte de Rosario, alterna su tiempo entre la isla y la ciudad; en la ciudad tiene otros dos hijos que asisten a la escuela secundaria. Zuzo equilibra su vida entre la isla y la ciudad, continuando sus estudios secundarios en una escuela en la zona norte de Rosario, además de que ayuda a su padre en el taller mecánico y participa en las actividades de pesca realizadas por su madre y sus abuelos.

Por último, Ana, de 15 años, es hija única y reside en una isla cercana llamada Cañito, en lugar de la isla Remanso como las familias de Tina y Zuzo. Ana ha completado toda su educación primaria en la escuela Remanso, graduándose del séptimo año en 2017. Sus padres trabajan como cuidadores en un predio de un club náutico de Rosario, el cual adquirió hectáreas de isla para establecer una sede para sus socios. La madre se ocupa de las tareas domésticas y del predio, mientras que el padre trabaja entre la isla y la ciudad, según las necesidades. Ana continúa sus estudios secundarios en una escuela técnica en la zona norte de Rosario. Tina y Zuzo sólo han logrado terminar los estudios primarios, nivel que se encuentra garantizado en este territorio pese a ser obligatoria la escuela secundaria desde 2006.

La elección de partir de esos tres jóvenes para la realización de las entrevistas, pero ampliándolo a los adultos que los rodean, se vincula con la dinámica que la pesca tiene. A pescar “se aprende mirando” y esto supone necesariamente de un otro, que generalmente, es un familiar. De ahí que toma particular importancia analizar la pesca como experiencia formativa intergeneracional. Desde la infancia se participa en la pesca, acompañando a la familia cuando se sale en la embarcación, pasando noches y días en la canoa y, ya en ese estar, hay conocimientos que comienzan a integrarse y que brindan información sobre aquello que es pescar:

Es como que vas entrenando los sentidos... a mí lo primero que me llamó la atención de chica era que quería aprender a manejar la embarcación. Me sentaba al lado de mi papá y miraba... lo primero que me dejó hacer fue timonear por Destilería,[11] como en la entrada de la boca de la milonga... yo habré tenido 4 años, no sé si me dejó timonear por mucho tiempo, para mí fue increíble... fue la primera vez y no me la olvido... estábamos en la embarcación con mi mamá y mi hermana más grande... Después empezás a mirar otras cosas, pero eso cuando vas creciendo... el río todo el tiempo te da información, es importante el viento, el olor del agua, aprendés a despinar, incluso jugando... mi nena de 3 años ya juega a despinar mojarritas... lo que quiero decir es que no hay un libro —como vos que seguro leíste muchos para la universidad—, es algo que aprendés porque te rodea, porque vivimos en eso...” (Tina, 18 años. RC 10.04.2023).

También se analizan las experiencias de Tina, Ana y Zuzo, en tanto forman parte de una misma generación. En este sentido, hay información que se trae y se resignifica generacionalmente y que es importante de atender en tanto transformaciones, por un lado, de las lógicas del mundo de trabajo transformándose luego de la pandemia a nivel mundial, pero también con las particulares que han tenido estos últimos años de gobiernos en Argentina. Por otro lado, transformaciones socioambientales en la zona que inciden en las prácticas, sentidos y conocimientos que se tienen del ambiente isleño y de la pesca en particular. Por tanto, se vuelve importante situar al referente empírico indicando que la isla Remanso es una de las muchas islas que hay en los 70 kilómetros de recorrido que tiene el río Paraná entre las localidades de Rosario y Victoria. La zona tiene características geográficas de humedal, contando con bañados, arroyos, lagunas internas y un canal principal.

Recorrer la isla Remanso permite, en verdad, identificar el “vivimos en eso”, que Tina menciona: embarcaciones amarradas una al lado de la otra, heladeras y freezers en la costa, redes colgando de las casas, algunas de alguna baranda, otras en los espacios de abajo, según permita la altura del río.[12] De ahí que las entrevistas se complementaron con observaciones participantes y el análisis de fuentes documentales; se buscó con ello identificar indicios y huellas estructurales[13] de las experiencias formativas[14] laborales en torno a la pesca en un contexto en transformación socioambiental como es el río Paraná y sus islas ubicadas frente a la ciudad de Rosario. En este sentido y siguiendo a Padawer, reconozco que los ambientes son creados y recreados por los sujetos sociales en su vida cotidiana, mediando procesos de producción de conocimientos que permiten establecer vínculos con el entorno.[15] La reconstrucción socioantropológica de esas experiencias ayuda a documentar cómo los procesos de transmisión de los conocimientos no son lineales ni simétricos; sino que presentan flujos, intensidades diferenciales y tensiones.[16]

El río Paraná, sus islas y su gente... antecedentes de investigación para la contextualización de las transformaciones socioambientales

El río Paraná es un río que nace en el estado de Mina Gerais (Brasil) y desemboca en el Río de la Plata (Buenos Aires, Argentina). Su cuenca se extiende por 1 600 km y tiene una longitud de 3 300 km.[17] Las investigaciones existentes revelan cómo el río Paraná y sus islas se convierten en escenarios de disputas, donde se entrelazan relaciones de poder y desigualdad social. Esas disputas están estrechamente ligadas a conflictos estructurales generados por el avance del agronegocio en sus diversas manifestaciones. En concreto, la investigación se sitúa en el contexto de islas del delta medio del río Paraná, entre las ciudades de Rosario (Santa Fe) y Victoria (Entre Ríos), espacio conformado por varias islas, el cual sufrió transformaciones socioeconómicas gestadas en la década de 1990, en el marco de la consolidación del bloque económico Mercosur (Mercado Común del Sur).

Entre las transformaciones socioambientales que ha sufrido este espacio en las últimas tres décadas, puedo mencionar, siguiendo una cronología histórica: i) la concesión de la Hidrovía Paraguay-Paraná (1995); ii) la expansión de frigoríficos y el comercio de pescado a nivel internacional (1996); iii) la construcción del puente Rosario-Victoria (1998); iv) transformaciones urbanas de la ciudad de Rosario (Plan Urbano Rosario, pur) y del Área Metropolitana Gran Rosario (per); v) los procesos de sojización y pampeanización de islas,[18] y vi) el incremento de loteos y emprendimientos inmobiliarios destinados al ocio y el turismo en las islas, acelerados a partir de los incendios en islas sucedidos en 2020 (escasamente documentados y analizados hasta el momento).

El presente artículo centra su análisis en las dos primeras problemáticas socioambientales en un ejercicio exploratorio que busca identificar desde un ordenamiento cronológico cómo esas tendencias estructurales y extractivistas han ido calando la vida de distintas generaciones de pescadores isleños. Los procesos se insertan en los debates que abordan las implicancias económicas, ambientales y políticas de los proyectos extractivos y la dependencia en América Latina.[19] También resulta relevante considerar los estudios que analizan las transformaciones en el modelo de acumulación en el siglo xxi[20] y aquellos que subrayan el creciente papel del Estado en la regulación de diversos aspectos socioeconómicos, políticos y educativos.[21]

El referente empírico se sitúa en la isla Remanso, isla ubicada (hacia el oeste) frente a la ciudad de Rosario, a su vez se conecta (hacia el norte) a través de una laguna interna con la isla Cañito, isla que en la última década ha sido explotada turísticamente acrecentándose los paradores y las cabañas como emprendimiento principal. Hacia el sur colinda con un gran ganadero y hacia el oeste con lo que isleños llaman “río viejo”, zona que desde 2020 a la actualidad se encuentra en un continuo y acelerado proceso de urbanización de segundas residencias, con fundamentales inversiones de capitales provenientes de Rosario y Entre Ríos. A su vez, cuenta también con emprendimientos vinculados a paradores y cabañas; es zona donde se realizan grandes fiestas electrónicas y también encontramos espacios dedicados al ecoturismo y algunos vecinos que tratan de proteger bajo figuras de Reserva Natural zonas que no han tenido intervenciones antrópicas de endicamientos, terraplenes, loteos o construcción.[22] Esta denominación de “río viejo” deviene de que este brazo del río Paraná era el canal principal de navegación de embarcaciones de gran calado. Y aquí se vuelve necesario comenzar a desplegar las dos dimensiones analíticas identificadas como transformaciones socioambientales de las últimas tres décadas.

La Hidrovía Paraguay-Paraná y la pesca

La primera transformación es la concesión de la Hidrovía Paraguay-Paraná (hpp),[23] un corredor natural de transporte fluvial de más de 3 400 km de largo, el cual se extiende a través de los ríos Paraná y Paraguay, concede la navegación continua entre los puertos de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. En 1969, Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay firmaron en Brasilia el Tratado de la Cuenca del Plata, en el cual se comprometieron a promover programas, estudios y obras en áreas de interés común, así como la adopción de medidas para fomentar la navegación fluvial. En 1987, en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), los cancilleres de los países de la cuenca del Plata aprobaron la Resolución N.º 210, declarando de interés prioritario el desarrollo del sistema Paraguay-Paraná.

El Paraná presenta un caudal promedio de 16 000 metros cúbicos por segundo, es considerado uno de los más caudalosos y es una referencia geopolítica e histórica ligada a nuestra soberanía e identidad nacional. No es una hidrovía en toda su extensión, no todo curso de agua lo es. Para serlo debe contar con la infraestructura que permita el traslado del transporte fluvial, interviniéndolo, incorporando señalización, ensanchamiento, balizado, profundización del cauce [...] Para el caso puntual de la Cuenca Paraguay-Paraná-Río de La Plata uno de los primeros debates que se suscitaron en el seno de los Estados aledaños a sus costas, Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia, fue la búsqueda de acuerdos para un aprovechamiento integral de la misma. Y a su vez para definir su forma legal e institucional”.[24]

La obra de infraestructura supuso endicamientos, terraplenes y dragados; lo último (para esa zona de estudio), vinculado en esta zona con la construcción del puente Rosario-Victoria. Todo ello con el fin de facilitar la circulación de barcos de gran calado para el comercio internacional, situación que llevó a que el “río viejo”, es decir, el canal natural del río (sin modificaciones antrópicas) que era la parte más profunda del Paraná para esta zona, se dejara de utilizar para la circulación de embarcaciones de gran calado y el canal principal pasó a ser la zona del río Paraná ubicada entre la ciudad de Rosario y la isla Remanso; al respecto Mima indica:

Cuando yo era chica estos buques de altamar no pasaban por enfrente de esta parte del río, te estoy hablando ahí por el 96 y hasta el 2003, más o menos. Los barcos quedaban parados en frente del monumento o en la zona del puerto que le continúa a La Fluvial para el sur... y entonces ¿qué pasaba? Vos tenías los planchones que pasaban por atrás, por el río viejo, que en ese momento era más profundo que el Paraná grande que tenemos acá en frente y entonces, cruzar a la ciudad era distinto. Había menos tráfico. Ahora, cuando tenemos que cruzar tenemos que estar atentos que no pasen estos busques... es como si cruzaras la calle en la ciudad pero fuera una avenida por la que te pueden pasar trenes que van y vienen y se cruzan, con la complejidad que estamos en el agua ¿no?, y todas las embarcaciones la revuelven y le generan movimiento y nosotros que estamos ahí en pedacitos de madera (...) al lado de esos monstruos te podes imaginar... y bueno, los fines de semana ya no... es imposible entre esos barcos, las lanchas, los nadadores, los de los kayaks, los del velero, ahora cada vez se ven más motos de agua y esos que van volando con las tablas [kitesurf] (Mima, 30 años, mamá de Zuzo, Cielo y Kevin. RC 16.11.2017).

Vera, Añaños y Ocanto[25] plantean que la existencia de la infraestructura Hidrovía Paraguay-Paraná forma parte de la dimensión socioambiental a indagar como uno de los ejes constitutivos de la problemática urbana del Área Metropolitana de Rosario. A su vez, Arach[26] plantea cómo las grandes obras de infraestructura actúan, muchas veces, en detrimento de las poblaciones locales al entrar en tensión con saberles locales y producciones ambientalistas. Por su parte, Rausch[27] señala cómo esos procesos, que contienen numerosas irregularidades en su avance (hasta que se efectivizan normativamente), profundizan en las desigualdades sociales y las ambientales que estas grandes obras generan.

Ahora bien: ¿cómo se puede vincular esta transformación con las experiencias formativas laborales relativas a la pesca? Lisandro Arelovich[28] centra su interés en el territorio de la pesca artesanal fluvial; él destaca que la llanura aluvial del río Paraná está experimentando grandes cambios y señala cómo el Paraná en 1970 era muy diferente al Paraná del siglo XXI, debido a: represas río arriba; cambio climático; mayor tránsito de buques y dragado por la hidrovía; aumento de puertos en el cordón industrial; mayor uso recreativo, turístico y residencial debido a la valorización de los espacios verdes; mayor presión pesquera debido a la aparición de grandes frigoríficos y la apertura de mercados de exportación. Esos factores generan transformaciones en sus actividades productivas relacionadas con la pesca.

Yo ya tengo 40 años pescando, redondeamos más o menos por ahí... la realidad es que varios investigadores se han acercado a consultar y hacer preguntas para sus investigaciones... biólogos, gente del Acuario, ustedes los antropólogos fueron de los primeros...yo sólo fui a la escuela, o sea que no tengo todos los estudios que ustedes tienen, pero es bastante lógico pensar que si cambiamos el río, van a cambiar los peces en su comportamiento... me refiero, si hay mayor calado en el río por los dragados, el agua corre distinto, más rápido, digamos, y al pescado eso digamos que lo afecta... Entonces, yo que me dedico a la pesca en canal porque ahí es donde mi familia tiene la cancha, ¡imagínate! (...) Es como que el río está ahora, como la gente, acelerado... Las especies son las de siempre, pero lo que cambia es el comportamiento del pez de río y también de los pescadores de canal, porque todos tenemos que adaptarnos a los cambios del río (Guillar, 60 años, tío de Ana. RC 10.06.2016).

Entre las juventudes, sin embargo, estos cambios del río que perciben tanto Guillar como Mima, son notados, sí, pero de manera distinta, sin una nostalgia de lo que el río era, como lo manifiestan las generaciones adultas, que vivieron un río distinto en su juventud. Tina, Ana y Zuzo estaban naciendo entre 2005 y 2007, con lo cual ya conocieron un río “acelerado”, un río-hidrovía. Pese a esto, reconocen las complejidades que supone para la vida cotidiana el cruce a la ciudad, y también reconocen situaciones de control (por ejemplo, ante la presencia de prefectura) que, a la edad que ellos tienen, las generaciones adultas no vivieron. Otra cuestión que aparece fuertemente asociado a estos cambios, tiene que ver con la circulación, pero también con el cambio de lógicas en el resguardo de los insumos de trabajo:

Hay mucho control de prefectura para nosotros ahora. Digo “para nosotros” porque pocas veces paran a la gente de Rosario en sus grandes yates. Esto es una complicación constante... capaz yo estoy cruzando para ir a hacer un mandado a Rosario, buscar agua... pero bueno, primero el cambio de que a diferencia de cuando mi abuelo era joven, ahora dependo sí o sí de un adulto. Porque yo solo no puedo, porque todavía no tengo carnet de navegación porque no tengo la edad para sacarlo y después que a veces te ven cruzando con todo lo de la pesca y te empiezan a hacer mil preguntas.. que, en realidad, nosotros tenemos las cosas ahí porque si no, ¿dónde lo dejamos? Antes no hacían tanto control de estas cosas... (Zuzo, 17 años. RC 10.04.2023).

El cambio que yo noto es que antes vos podías dejar las cosas en la embarcación, yo me acuerdo de eso de cuando era chica... ahora eso no pasa, hay más robos y eso es que circula mucha gente, no es el vecino de toda la vida que te conocías; entonces, ¿cómo resguardo las cosas de valor? Ya no se dejan en la embarcación (Tina, 18 años. RC 10.04.2023).

Resulta interesante destacar perciben que los impactos que ha tenido la hidrovía, según la reconstrucción de las experiencias isleñas, aparece bastante asociado a la construcción del puente Rosario-Victoria. Es decir, desde las experiencias, el proyecto de la hidrovía se reconstruye como “problema” cuando se piensa en la dimensión del desplazamiento isla-ciudad y se ponen en juego cuestiones de cruce que, antes de la inauguración del puente Rosario-Victoria no fueron —quizás— tenidas en consideración por los sujetos. De esta forma:

Yo la verdad es que primero escuché hablar de la Ley de Humedales y ahora escucho las quejas por la hidrovía, pero como algo nuevo, no sabía que ese proyecto existía y tampoco hay algo tangible que uno haya podido ver día a día que diga: claro: esto es la hidrovía. Sí se ven los buques. Pero claro, eso apareció cuando apareció el puente; entonces, hay una asociación que hacemos que quizás es errada. Para nosotros, este es un problema que apareció con el puente y el movimiento del puerto. Pero claro, así tienen al isleño y al pescador... siempre abandonado, enterándose último de lo que los políticos planean hacer donde uno vive y conoce (Chaval, 45 años, tío de Tina, 23.05.2023).

A propósito de la reflexión previa, es importante destacar que el proyecto de la Hidrovía Paraguay-Paraná supuso una serie de reconversiones económicas que, en efecto, se vinculan con el traslado del puerto de la ciudad de Rosario de donde se encontraba (lo que se vincula con las transformaciones de Rosario y el área metropolitana que abordaremos en el despliegue de esta transformación en el punto vi) y con la construcción del Puente Rosario-Victoria. Esto nos conduce a abrir nuevos interrogantes respecto de cómo proyectos que no tienen una “materialidad concreta” se entraman en la vida de los sujetos de manera más profunda (en tanto proceso estructural) que aquellos que tienen una “materialidad visible” o “de uso” cotidiano, como puede ser una infraestructura ferroviaria, una autopista, un puente o una prefectura de control. Pero ¿cómo se ve una hidrovía? y si “no se ve”, ¿cómo problematizarlo en las poblaciones que lo vivencian sin saber de qué se trata y de los impactos que esto tiene en la vida cotidiana de los sujetos? Tales interrogantes valen tanto para las poblaciones pescadoras isleñas como para las urbanas, ya que en ambos casos los efectos territoriales de la hidrovía se encuentran naturalizados o invisibilizados.

La expansión de frigoríficos y el comercio de pescado a nivel internacional

Según reportan Boivin, Rosato, y Balbi,[29] así como Roldan y Urcola[30], las exportaciones internacionales de pescado comienzan en la década de 1990 con la desregulación económica en el marco de los nuevos acuerdos comerciales del Mercosur. Para 1996, se registra el establecimiento de varios frigoríficos exportadores de pescado de río, que a decir de los estudios de Castillo y Baigún,[31] generan lógicas de comercialización que subordinan la pesca artesanal.

Resulta indispensable remarcar que, si bien en este artículo se pone atención a la pesca ya que es la actividad económica principal de las familias de la isla Remanso, no es una característica de las familias isleñas del río Paraná basar su economía familiar exclusivamente en una sola actividad. A su vez, tal como se puede desprender de las transformaciones que se plantearon, desde los noventa a la actualidad se han registrado cambios en las actividades económicas de la isla: disminuyen los trabajos de jornaleros y apicultura, al mismo tiempo que desaparece la horticultura; hay un aumento en esta zona de la actividad de la pesca, aunque desaparecen otras actividades vinculadas a ella, como por ejemplo la de los mariscadores, que se dedicaban a rastrillar las lagunas para extraer ostras de ríos para la fabricación de botones. “Mi abuelo era mariscador, pero ahora vino el plástico, esa actividad ya no se hace más, pero se pagaba bastante bien el material en las fábricas de la ciudad” (Agustín, 27 años, hijo de pescadores, primo de Ana. RC 11.01.2016).

A propósito de la instalación de frigoríficos en la zona de Vitoria, distintas investigaciones llevadas a cabo en la zona dan cuenta de las relaciones de desigualdad en las que se encuentran les trabajadores de la pesca debido a la falta de regulación en las cadenas de producción y comercialización de los productos.[32]

Respecto de estas transformaciones, en el trabajo de campo encontramos distancias generacionales vinculadas con procesos estructurales relativos a las prácticas de la pesca. En ese sentido, se identifica un cambio de lógica en el saber-hacer en relación con la captura de pescado, pero también acerca dal vínculo con la naturaleza: “Los pibes estos no son como nosotros antes, que teníamos un respeto por el río, pescamos distinto ¿cómo decirte? con más conciencia, eh... respeto” (Ilarra, Pescador, 68 años, 11.01.2016).

Tanto Ilarra como Guillar forman parte de una generación que en su mayoría se han dedicado a pescar para consumo propio y para venta en puntos específicos de la ciudad de Rosario o en comedores instalados sobre la costanera de la zona norte de la ciudad de Rosario (que pueden ser propios, de un familiar o de otra persona):

Una parte de mi familia hasta mi papá se dedicó a la pesca y hasta tienen un comedor en Rosario de hace muchos años, antes que nazca mi papá... pero nosotros no nos dedicamos ya a eso, estamos con el parador porque la pesca es un trabajo muy sufrido... En cambio, el parador da otras posibilidades... ya sólo pensar que cubre la nafta para el traslado de isla a Rosario te cambia. (Ana. RC 28.11.2017).

Estos pescadores-isleños de las generaciones mayores son, en su mayoría, dueños de sus medios de producción (canoa, motor, redes, etcétera) y emplean “fuerza de trabajo doméstica” (del grupo familiar). Estos grupos han utilizado históricamente la forma de pesca que es la técnica de pesca con mosca o con red, dedicándose a la pesca artesanal; sin embargo —y producto de las transformaciones desde los noventa a la actualidad en materia de inversión en frigoríficos—, en los últimos años, la venta de pescado se ha incrementado en la zona. En esta reconfiguración del contexto (en relación al consumo y las necesidades del mercado) toma fuerza la figura del acopiador como intermediario entre los pescadores y los frigoríficos:

O tenés acopiadores, que es el que pasa a buscar el pescado y te paga poco, o el palanquero se llama así, que... pasa a buscar el pescado y después él lo revende (...) o algunos venden acá en la cooperativa... o sea, el acopiador también lo lleva al frigorífico de Victoria, ahí hacen harina que exportan todo para Brasil, para el alimento para pollo... y eso por ahí es una cagada también, porque se muere todo” (Chaval, tío de Tina, 10.06.2016).

Muchos de los pescadores jóvenes-adultos (generación de madres y padres, como son Mima y Chaval) venden su producción a éstos acopiadores, quienes van a retirar el pescado dos o tres veces a la semana en diferentes puntos de la ribera y también concretan (como lo hacen las generaciones mayores) algunas ventas directas, aunque tales son menores. Esta generación ha logrado ser dueña de algunos insumos de trabajo, mientras que, para otros, depende o de alguien de la generación anterior o genera acuerdos con los acopiadores. Una diferencia fundamental que tienen esas generaciones respecto de la de Tina, Ana y Zuzo está vinculada a los medios de producción: estas generaciones ya no son dueñas de (redes, embarcaciones, insumos para la caza y la pesca) y tampoco pueden construir perspectivas de futuro vinculado a esto... sino que trabajan para quien que brinda los insumos y materiales (padre, tío, abuelo, o cualquier otro pescador o acopiador) para la realización de la actividad, quedándose con un porcentaje del trabajo por la concesión de las herramientas para el trabajo. Vemos que, en ese tipo de intercambio, el acopiador se convierte en un intermediario el cual, por un lado, compra la producción de les pescadores-isleños y, por otro, facilita el acceso de éstos a bienes como combustible, hilo para las redes de pesca, balas para las armas, etcétera.

En esta transformación del mundo del trabajo (que son a su vez transformaciones intergeneracionales en el aprendizaje de técnicas de pesca), en la que les jóvenes se encuentran, surge la necesidad de generar mayores volúmenes de pesca para lograr solventar los gastos que la actividad tiene y así poder “ganarse unas monedas extras”. Surge por parte de las generaciones adultas ciertas situaciones tensionales que establecen una distancia respecto de los sentidos en la práctica de la pesca que aparece en las generaciones jóvenes. Las generaciones mayores (abuelas, bisabuelos y algunes madres y padres de jóvenes) comprenden las necesidades de sus propios grupos familiares, pero a su vez manifiestan cierto malestar vinculado a la forma en la que se pesca. Además, esto se incrementa si consideramos de qué lado del río se pesca, si es en la jurisdicción de Entre Ríos o en Santa Fe, como efecto de las políticas públicas que establecen reglamentos de pesca diferenciales. En este caso, mayormente quienes pescan lo hacen en las zonas de Entre Ríos (y más aún, si se trata de jóvenes): “No respetan el tamaño de las mallas de las redes, ponen redes más chicas, entonces te van barriendo todo el río, total como es para hacer harina te ponen cualquier pez... no importa... no es uno para hacer a la parrilla, se muele todo, se le mezclan otras cosas y hacen harinas” (Rana, abuelo de Tina. RC 10.06.2016).

Aparecen entre las distintas generaciones de pescadores mucho malestar respecto de las diferencias y contradicciones que entre una y otra provincia se generan. A su vez, las generaciones de jóvenes manifiestan que se ven “obligados” a incorporar las nuevas reglas vinculadas al trabajo de la pesca y de explotación de las economías regionales:

Cuando yo salgo a pescar no uso herramientas propias, sino las de la embarcación de mi papá; pero, por ejemplo, mi primo que es más grande que yo y lleva algunos años en la pesca, no logra tener lo mismo que tenía mi papá o su papá a la edad de él. Ahora lo que se nos pide es cierto volumen y por eso nos pagan... y no es tan fácil como en otros momentos, que se podría generar un negocio de venta directa a comedores o a personas en la costa, porque eso ya está tomado, entonces nos queda esta forma, que no sé si es mejor o peor, pero es la que podemos (Tina. RC 28.11.2017).

Encontramos así que, en los sentidos y las prácticas vinculados al trabajo de la pesca, las fronteras (así como también ciertas orientaciones que dan las políticas públicas sobre las regulaciones económicas vinculadas al mundo del trabajo y las economías nacionales e internacionales) inciden, generando marcas y orientaciones en las experiencias formativas de cada generación. Esto, además, se traduce en algunas distancias y cambios en las formas y lógicas de trabajo en las experiencias formativas intergeneracionales de la pesca. En el marco de tales trasformaciones, resulta interesante recuperar a Arelovich[33] cuando señala la importancia de considerar a los pescadores artesanales dentro de la economía popular, como una estrategia de autoempleo. Resulta interesante, entre estas complejidades en las que se dirime la vida cotidiana y la subsistencia, comprender que la pesca es el principal ingreso económico de la familia, siendo la estrategia fundamental dentro de las lógicas de pluriempleo que las mismas tienen... “Pero estamos hablando de un gran número de personas que logran por cuenta propia generar más ingresos y sostener a su familia, pero para el Estado son invisibles o no les prestan atención suficiente”.[34]

Interesa para el cierre de este apartado retomar algunas cuestiones vinculadas a la noción de Estado de Troulliot,[35] ya que considero que en estos espacios intersticiales donde se da la pesca y que tejen vida cotidiana en y entre el río, las islas, las costas y riberas, así como también barrancas de la ciudad (en estas historias de márgenes), hablan de cómo la producción global no satisface necesidades de los pueblos específicos. En ese sentido, considero que, para referirnos a una etnografía del Estado, se vuelve necesario remitir a los cotidianos, para no quedarnos ni en “un afuera”, ni en un concepto. Es decir, este análisis ayuda a revisar cómo la mayoría de los efectos estatales pueden ser captados en parte por les sujetos que contribuyen a producir y reproducir la vida del capital en la que sus vidas cotidianas trascurren. De tal forma, “estas espacialidades incongruentes inevitablemente producen tensiones en la localización del poder del estado y en las precepciones y la relación de los ciudadanos ante su despliegue”.[36]  

A modo de cierre...

A lo largo del trabajo, damos cuenta de cómo la juventud isleña, en sus distintas generaciones, se encuentra atravesada por el río, y en esto tiene su parte la actividad de la pesca. Estos atravesamientos van transformando: el territorio; las lógicas de trabajo; la vinculación con el territorio y las actividades laborales a nivel de las distintas generaciones familiares. Ello se expresa en diálogos intergeneracionales que no son lineales y que permiten identificar idas y vueltas en las experiencias formativas de vivir en el río Paraná y sus islas.

En el artículo se pudo explorar con mayor profundidad el impacto de las transformaciones socioambientales en las experiencias laborales intergeneracionales, destacando la influencia de las tendencias estructurales vinculadas a las lógicas extractivistas. Para ello, abordamos los procesos de: la a la Hidrovía Paraguay-Paraná y la expansión de frigoríficos y el comercio de pescado a nivel internacional en vinculación con las experiencias formativas de trabajo en la pesca que tienen o han tenido distintas generaciones isleñas en el momento de la vida juvenil.

Con el análisis pudimos develar que, aquello que no tiene una materialidad que permita “verlo”, muchas veces no es vivido en las experiencias de los sujetos como parte constituyente y constitutiva de sus condiciones de desigualdad o exclusión. Esto surge fundamentalmente con el análisis de las experiencias formativas vinculadas a la pesca en relación con la problemática extractivista y socioambiental de la Hidrovía Paraguay-Paraná. A la vez, esto pone sobre la mesa una pregunta fundamental respecto de cómo se entrama la comprensión de los procesos estructurales y la problematización de esto en las poblaciones que padecen las problemáticas socioambientales en la vida cotidiana. De ahí que se despliega cuán crucial es comprender cómo estas dinámicas introducen diferentes manifestaciones del capital y cómo el Estado-Nación adapta sus estrategias para integrarse en los mercados internacionales y las cadenas de suministro globales.

No obstante, es fundamental reconocer que este proceso de transformación también conlleva el desplazamiento de formas de conocimiento arraigadas en las comunidades locales, lo cual deja una huella subterránea que evidencia la presencia de una violencia extractivista. Dicha violencia se manifiesta en el territorio y en la vida de sus habitantes isleños, alterando el paisaje ancestralmente conocido y afectando los saberes construidos en torno al río Paraná y sus islas. Esta situación influye en la forma en que se transmiten y adquieren conocimientos sobre el trabajo y el territorio, así como en las interacciones que se establecen con ellos. Es decir, la lógica transforma el territorio, pero también el conocimiento que se tiene del mismo, y además influyen: las lógicas de trabajo, la vinculación con el territorio y las actividades laborales.

La reconstrucción de la historia del territorio y de las prácticas y saberes de sus habitantes a través de relatos intergeneracionales es de vital importancia para comprender los cambios acelerados de las últimas décadas. Esos cambios generan nuevas experiencias y conocimientos acerca del territorio, los cuales se entrelazan con la vida cotidiana en el río Paraná y sus islas. Esto pudo ser profundizado (aunque de manera incipiente, al igual que en el caso de análisis de la hidrovía) en el apartado de la expansión de frigoríficos y el comercio de pescado a nivel internacional. Del mismo punto se devela que resulta imprescindible analizar las complejas lógicas laborales que caracterizan a las familias y jóvenes isleños, así como las transformaciones intergeneracionales que experimentan con relación al oficio de la pesca artesanal.

Es importante destacar, por último, que en ambas dimensiones de análisis tomadas como caso para el desarrollo de este artículo se plantea una paradoja en relación con las políticas públicas, los planes y los programas que existen o se impulsan desde el Estado, ya que muchas veces se espera que los jóvenes sigan un determinado curso establecido, sin considerar las realidades no documentadas que realmente ocurren, a la vez, que en ambos casos el señalamiento por la falta de articulación entre quienes implementan políticas públicas y quienes habitan el territorio en tanto olvidos intencionales del Estado hacia las poblaciones pescadoras isleñas.

 

[1] Elena Achilli, Investigación y formación docente (Rosario: Laborde Editor, 2000).
[2] Elena Achilli, Escuela, familia y desigualdad social: Una antropología en tiempos neoliberales (Rosario: Laborde Editor, 2009).

[3] Reymond Williams, Del campo a la ciudad: La revolución industrial y el cambio cultural (Barcelona: Península, 1973).
[4] Agnes Heller, Sociología de la vida cotidiana (Barcelona: Península, 1977); Karel Kosík, Dialéctica de lo concreto (México: Grijalbo, 1967, acceso el 3 de octubre de 2024, https://proletarios.org/books/Karel_Kosik_Dialectica_de_lo_concreto.pdf.
[5] Elsie Rockwell, La experiencia etnográfica: Historia y cultura en los procesos educativos (Buenos Aires: Paidós, 2009); Jean Lave y Etienne Wenger, Situated learning: Legitimate peripheral participation (Cambridge: Cambridge University Press, 1991).

[6] Edward Thompson, La formación de la clase obrera en Inglaterra 1782-1832 (Barcelona: Crítica, 1989).
[7] Elsie Rockwell, “De huellas, bardas y veredas: una historia cotidiana en la escuela”, en La escuela cotidiana, coord. por E. Rockwell (México: fce, 1995): 13-57.
[8] Marina Espoturno, Macarena Romero Acuña y María Victoria Pavesio, “Intervenir desde un enfoque socio-antropológico. Un análisis de procesos de investigación en torno a las experiencias formativas intergeneracionales”, en Tensiones entre lo público, lo privado y lo estatal en tramas educativas situadas: IV Seminario-taller Red de Antropología y Educación, ed. por M. Abate Daga y E. Rodríguez Rocha (Córdoba: cea, 2019): 321-346.

[9] Elsie Rockwell, “De huellas, bardas y veredas...”.
[10] Se toma a estos tres jóvenes ya que fueron con quienes se inició trabajo de campo para la tesis doctoral; son estudiantes que egresaron de la escuela primaria en 2017.
[11] Canal de navegación del río Paraná.
[12] Las casas son, por lo general, construcciones sobreelevadas a dos metros de altura por lo menos, construidas mayormente de madera y chapas. El ingreso a ellas es mediante una escalera que en tiempo de creciente del río sirve como acceso directo desde la embarcación.

[13] Carlo Ginzburg, “Señales: raíces de un paradigma indiciario”, en Crisis de la razón, comp. por Aldo Gargani (México: Siglo XXI, 1983): 151-173.
[14] Elsie Rockwell, La experiencia etnográfica: Historia y cultura en los procesos educativos (Buenos Aires: Paidós, 2009).
[15] Ana Padawer, “Una mirada antropológica acerca del desarrollo: La agricultura familiar como protagonista de las transformaciones en el agro en el SO de Misiones”, en Apuntes para el desarrollo de Argentina, comp. por Juan Fabris (Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, 2017a): 299-329.
Ana Padawer, comp., El mundo rural y sus técnicas (Buenos Aires: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 2020).

[16] Pablo Concha Merlo, “Habilidades, herramientas y cadenas operativas: El uso del hacha entre puesteros del Chaco santiagueño”, Runa, vol. 43, núm. 1 (2022): 289-306; Tim Ingold, “Da transmissão de representações à educação da atenção”, Educação, vol. 33, núm. 1 (2010): 6-25; Ana Padawer, “El ordenamiento humano del ambiente en el cultivo de mandioca: Articulación de conocimientos en la selva paranaense”, Revista Colombiana de Antropología, vol. 55, núm. 1 (2019): 267-298.

[17] “Sudamérica es una región privilegiada en términos de disponibilidad de agua dulce, que está estimada entre un 25 y un 28 % del total del planeta. Las zonas áridas y semiáridas cubren casi la cuarta parte del territorio mundial, y en Argentina abarcan más de la mitad del país. La cuenca del Plata es la segunda más importante del continente; sus ríos y ecosistemas asociados son de una trascendencia suprema para la vida de millones de personas. Los megaproyectos de infraestructura y las actividades productivas irresponsables, sin embargo, están poniendo en riesgo la integridad de la cuenca”. Taller Ecologista, Pesca: estudios sobre el sábalo”, Taller Ecologista, 2 de septiembre de 2005, acceso el 3 de octubre de 2024, https://tallerecologista.org.ar/publicacion/pesca-estudios-sobre-el-sabalo/.
[18] Laura Prol, “El ‘desarrollo’ agroganadero en el delta medio del río Paraná: producir y hacer negocios en la periferia rural pampeana”, en XI Congreso Argentino de Antropología Social. Rosario, 23 al 26 de julio de 2014, acceso el 3 de octubre de 2024, https://www.aacademica.org/000-081/1351.
[19] Maristella Svampa y Enrique Viale, El colapso ecológico ya llegó: Una brújula para salir del (mal)desarrollo (Buenos Aires: Siglo XXI, 2021); Maristella Svampa y Enrique Viale, Maldesarrollo: la Argentina del extractivismo y el despojo (Buenos Aires: Katz, 2014), acceso el 3 de octubre de 2024, https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.1260/pm.1260.pdf; Maristella Svampa, Las fronteras del neoextractivismo en América Latina: Conflictos socioambientales, giro ecoterritorial y nuevas dependencias (Wetzlar: Centro María Sibylla Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados en Humanidades y Ciencias Sociales / UdG, 2019), acceso el 3 de octubre de 2024, https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.5179/pm.5179.pdf; Maristella Svampa, Debates latinoamericanos: Indianismo, desarrollo, dependencia y populismo (Buenos Aires: Edhasa, 2016).

[20] Mario Margulis et al., Las tramas del presente desde la perspectiva de la sociología de la cultura (Buenos Aires: Biblos, 2011).
[21] Gabriel Kessler, Controversias sobre la desigualdad (Buenos Aires: fce, 2014); Gabriel Kessler, Maristella Svampa e Inés González Bombal, coords., Reconfiguraciones del mundo popular: El conurbano bonaerense en la postconvertibilidad (Buenos Aires: Prometeo, 2010).
[22] Cabe destacar que toda esa gran zona que comprende el sector insular del departamento de Victoria (y tiene una superficie de 376 000 hectáreas), forma parte del ejido rural de la ciudad de Victoria. Catastralmente son tierras fiscales catalogadas desde 2003 como Reserva de Usos Múltiples (rum), esto significa que son un tipo de área natural protegida donde pueden realizarse actividades productivas que no degraden el ecosistema. (Fundación para la Conservación y el Uso Sustentable de los Humedales / Wetlands International, 2021).
[23] “Desde 1989 —con la creación del Comité intergubernamental de la Hidrovía— los países que forman parte de la hpp comenzaron a diseñar e instaurar una institución multilateral que tuvo por objetivo fortalecer cada una de las capacidades locales, en alianza con el mercado, situándolas en el marco de una estrategia de aprovechamiento regional que se formaliza, en 1992, con la firma ‘Acuerdo de la Hidrovía’”. Asociación Argentina de Abogadas y abogados Ambientalistas, “El estatuto político y legal en materia socio-ambiental del Proyecto Hidrovía Paraná – Paraguay”, 2021: 3, acceso el 23 de octubre de 2024, https://aadeaa.org/el-estatuto-politico-y-legal-en-materia-socio-ambiental-del-proyecto-hidrovia-parana-paraguay/.
[24] Blanca Inés Osuna, “El río Paraná. Recurso natural, social, económico, y cultural de la Nación Argentina”, Revista Meztiza de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, acceso el 3 de octubre de 2024, https://revistamestiza.unaj.edu.ar/el-rio-parana-recurso-natural-social-economico-y-cultural-de-la-nacion-argentina/.

[25] Paula Vera, M. Cecilia Añaños y Ariel Ocantos, “Planificación urbana metropolitana y problemática ambiental en territorios hidrosociales: el caso de la Hidrovía Paraguay-Paraná en el Área Metropolitana de Rosario”, Proyección, vol. 17, núm. 34 (2023): 130-158.
[26] Omar Arach, “Ambientalismo, proyectos de gran escala y transnacionalidad: el caso de la Coalición Ríos Vivos y la oposición de la Hidrovía del Mercosur”, Avá, vol. 4 (2003): 35-51.
[27] Gisela Rausch, “Privatización, eficiencia e integración: la ‘verdad’ sobre la Hidrovía Paraguay-Paraná en la Argentina de los 90”, Íconos, Revista de Ciencias Sociales, núm. 69 (2021): 143-162; Gisela Rausch, “Hidrovía, extractivismo y conflictos territoriales en las fronteras de expansión capitalista”, Papeles de Trabajo, núm. (2022): 1-18.
[28] Macarena Romero Acuña, “Notas para pensar las experiencias de militancia en la MH y las experiencias de isleñes a raíz de los fuegos en las islas”, en Experiencias formativas en territorios rurales en transformación, ed. por Susana Ambrogi y Elsa Cragnolino (Buenos Aires: Universidad Nacional de Córdoba, 2021), 321-346.
[29] Mauricio Boivin Ana Rosato y Fernando Balbi, “Incidencia del evento de inundación de 1982-83 sobre el asentamiento humano en el área del Departamento de Victoria, Entre Ríos”, en Actas del V Congreso Argentino de Antropología Social (La Plata: s. e., 1997).
[30] Diego Roldán y Marcos Urcola, “De la acción comunal a la acción colectiva: La movilización social de los pescadores santafesinos en la conflictividad territorial del río Paraná (2000-2020)”, Historelo, vol. 14, núm. 31 (2022): 124-164.
[31] Trilce Castillo, y Claudio Baigún, “‘Applying fishers’ ecological knowledge for gathering key information related to artisanal fisheries management in the Paraná river (Argentina)”, en XXII Encontro Brasileiro de Ictiologia (Porto Seguro: s. e., 2016).
[32] Trilce Castillo, “Aplicación del conocimiento ecológico de los pescadores y su contexto ecosistémico para la evaluación de la sostenibilidad de las pesquerías artesanales del río Paraná (Argentina)”, (tesis de doctorado, Universidad Nacional de Litoral, Rosario) 2019, acceso el 3 de octubre de 2024, https://bibliotecavirtual.unl.edu.ar:8443/handle/11185/5702; Trilce Castillo, Lisandro Arelovich y Marcos Urcola, “Las organizaciones de pescadores artesanales en el campo de la Agricultura Familiar: Una aproximación a su estudio en la provincia de Santa Fe”, en XI Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y Agroindustriales Argentinos y Latinoamericanos (Buenos Aires: ciea-fce-uba, 2019).

[33] Lisandro Arelovich, en Carina Bazzoni, “Crónicas de la bajante: “El sector pesquero es un limbo de ambigüedades’”, La Capital, 5 de octubre de 2024, acceso el 3 de octubre de 2024, https://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/cronicas-la-bajante-el-sector-pesquero-es-un-limbo-ambiguedades-n2692516.html.
[34] Lisandro Arelovich, en Bazzoni, “Crónicas de la bajante...”.
[35] Michel-Rolph Trouillot, Silencing the past: Power and the production of history (Boston: Beacon Press, 1995).
[36] Michel-Rolph Trouillot, “The anthropology of the State in the age of globalization”, en Anthropology and the Global Era, ed. por Víctor Comas, José Varela y José Diez (Madrid: Ediciones Akal, 2001): 123-138.

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